Hola,
Recientemente he acabado tu libro. Tus relatos eróticos me han cautivado. Han despertado en mi unos sueños eróticos propios de la adolescencia que el calor de Dubai me habían hecho olvidar. Cada noche de marcha, como diría el gran Chimo Bayo, salimos en busca de gallinitas frescas, en especial una discoteca llamada Zinc, paraíso de azafatas de Emirates, donde echamos alpiste a todas las pajaritas.
En una de nuestras últimas comidas, las propias del mediodía, decidimos que el mejor postre debían ser unas líneas de nuestra guía espiritual en Dubai, "Coincidencias". Tu relato de admiración hacia el váter, puso a más de uno calientes como burros y más de un chichi hizo palmas.
A continuación, te añado un pequeño relato escrito en colaboración entre 3 héroes de Dubai jeje. Espero que te guste.
"El calor empieza a azotar proporcionándonos cada día mejores visiones de los cuerpos femeninos que habitan en este territorio, que pese a ser de dominio musulmán, permiten a las hembras cocer sus cuerpos al Sol y cocer a más de uno. Días atrás, un intrépido aventurero decidió adentrarse, como cual reportero de callejeros, en la lujuriosa vida de esas mujeres desesperadas, que mientras sus maridos se ganan el pan y sus hijos conocen nuevas culturas a través de sus baños piscineros, buscan un yogurin con el que satisfacer esas fantasías eróticas que sus maridos, ambiciosos, ejecutivos, capitalistas, no son capaces de proporcionarles.
Nuestro particular soldado del placer, fue atacado por las miradas furtivas de aquellas féminas con ganas de mambo. Parecía que ningún varón había tocado dichos melonares, que entre silicona y botox, pedían guerra con ojos de corderas. Aquel sutil caballero dejo su "business card" ou yeah!, donde citó su dirección donde poder complacer desenfrenadamente aquellas mujeres desesperadas.
Eran las 3 de la tarde de un viernes lúdico-festivo, que como bien saben nuestros lectores, es el gran día en Dubai. De repente la "negraframbuesa" (blackberry en los países anglosajones) comenzó a vibrar como cualquier masturbador en celo. Nuestro imberbe becario del amor, caracterizado por su elevado nivel de responsabilidad, decidió realizar su labor humanitaria y acceder a las peticiones de la madura doncella. Una hora más tarde, un Porche Cayenne con los cristales tintados y dos sillitas de niños en la parte trasera, le recogía y sin mediar palabra alguna le transportaba a un lujoso hotel muy estrellado donde simplemente respirar supone un elevado coste poco accesible para su bolsillo.
Dejando atrás jeques y mafiosos, nuestro imberbe becario del amor, fue dirigido a una lujosa suite situada en la veintiochoava planta. La puerta se abrió y un sendero de pétalos de rosa, traídos del mismo Irán (y no volverán) le condujo hasta el ala derecha del habitáculo, donde entre mármoles ibéricos y griferías de alto standing, yacía aquella dama misteriosa que reconoció como aquella MQMF.
Sin mediar palabra, ésta salió de la bañera cuál sirena con grandes pechos de silicona y con la única marca solar de su tanguita, lo condujo a la cama de agua de aquella alcoba mientras nuestro empalmado imberbe becario del amor, se despojaba de sus atuendos mostrando su virilidad.
Tras el oportuno salto del tigre, la mamasita en lengua anglosajona, dijo: lléname el tanque nene!! Untada en óleo con sabor a chocolate belga, que no berga, se deslizó a través del cuerpo del intrépido becario. Este dio gracias por poder estar en Dubai y como cual Don Juan diole placer a aquella dama de alta cuna. La llevó a un estado de inconsciencia y placer propios de aquella juventud en Minnesota donde, a pesar de las restricciones horarias de sus progenitores, aquellos falos made in USA le mostraron el camino adecuado de niña a mujer.
Tras aquella corrida, más propia de José Tomás que de nuestro imberbe becario del amor, la dejo desnuda y sudada sobre la sedas de aquel aposento y escapó cual fantasma de la opera entre los laberintos repletos de oro de aquel estrellado hotel. "
Espero tu crítica constructiva.
Un abrazo.
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Bueno me quito el sombrero, me bajo los pantalones, y me lavo los pies repetidas veces antes de osar dirigirme a vos para felicitarles por tan orgiástico relato donde ya se reconocen y cobran vida los dorados, de forma directa en grifería, e indirecta en bronceados, card, car, hotel, etc, el agua, en bañera, cama y feminidad, y el sol siempre presente en principio alumbrador y testigo omnipresente, después ubicado en el mismísimo centro de la creación de toda vida en el que nuestro protagonista comulga fundiéndose de este modo los elementos de un nuevo movimiento literario y artístico, una nueva forma de interpretar el mundo que marcará época, el desde ahora conocido como Dubai Golden Hot Style.
Gracias, gracias, gracias.
Estaré atento a nuevas entregas, al menos una Dubai Golden Hot Style Trilogy.
Abrazos a Los Héroes de Dubai.
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Dear Home Llop,
Tu email nos llenó de placer. Debido al ajetreo no hemos podido contestar como se merece hasta hoy. Aquí te adjuntamos la segunda entrega, que sin ser tan orgiástica, posee los principios inculcados y las esencias del movimiento Dubai Golden Hot Style. Esperamos que te llene de orgullo y satisfacción.
"VIEJAS COLONIAS, GRANDES PLACERES."
"Nuestro imberbe becario del amor se encontraba de botellón en casa de unos expats donde sonaba el famoso himno de la gaviota, cuando de repente se abrió la puerta del palacio y entró aquella belleza asiática con aires de sumisión. Ya antes, un famoso cantante español cuya filosofía de vida se basaba en ser bohemio, golfo y soñador, cayó prendado en las garras de una mujer de este territorio, hoy dama de los baños y chocolates en España.
Tras intercambiarse furtivas miradas apasionadas, ambos decidieron tomar caminos distintos esperando que la lujuriosa vida dubaití les volviera a juntar. Pasaron los desérticos días y las horas pensando uno en el otro, utilizando los minutos vividos en común como herramientas para las manualidades propias. Hasta que el gran Sheikh permitió que sus caminos se volvieran a fusionar.
A partir de ese instante, todo fue pasión y desenfreno incontrolado, hasta el punto que ella, bella dama del oriente más lejano y a su vez culturalmente más cercano, dejará, quién sabe si por olvido o para futuros encuentros, cierta prenda de lencería femenina que oculta bajo su concha la perla del amor.
Tras aquel fogoso encuentro se sucedieron otras noches exitosas, donde nuestro producto más ibérico dejaba correr aquel producto mundialmente conocido y vendido en las plazas más concurridos de la capital del Turia, en pequeños puestos ambulantes que nos hacen recordar al GRAN MENTOR e inspirador de nuestros relatos.
El aventurero decidió que era momento de utilizar los consejos de esa persona con mucho talante y poco talento, que promulgaba la alianza de civilizaciones como eje fundamental del futuro de la Nación. Es por ello, que decidió abrirse a nuevos mercados que en un principio parecían oscuros e indagar en sus cuevas más ocultas.
Para ello, solicitó la ayuda de un dandi de la tierra de la naranja cuyas conquistas son conocidas entre las más altas esferas de íntimos y conocidos del gran ruler dubaití. Asistiendo a eventos de alta alcurnia y siliconados paisajes, donde las azafatas de Emirates iban como locas buscando aquel bolsillo que pudiera suministrarles aquel puente aéreo que las sacara de simples doncellas de bajos vuelos a recatadas damas de jets privados con paredes doradas.
Él, mientras tanto y sin dejar de tirar el oportuno alpiste a las anteriormente ambiciosas señoritas, consiguió relacionarse con la creme de la creme. En uno de sus logros, cayó sobre sus brazos una local con ganas de español, tanto de idioma como de lengua. Caracterizado por su solidaridad, éste cedió antes las súplicas de aquella emiratí que con profunda mirada le invitó a su lujoso apartamento en un edificio desde el que se divisa la corteza terrestre y donde novios sellan pactos duraderos.
El miedo se adueñó de nuestro galán ya que había escuchado rumores sobre aquel “chop chop square” de celos y restricciones paternas. Además, y pensando en la belleza asiática de suaves caricias, pensó que la joven emiratí no podría proporcionarle las mismas satisfacciones. Decidió marcharse con el rabo entre las piernas, pero antes debía terminar la faena como buen caballero. Escribió un mensaje a la local donde quedaban emplazados para un café con vistas a una pista de esquí donde el triunfador pensaba darle una merecida despedida.
Entre el calor del café y el frío de aquella ficticia nieve, esperó a que llegara la doncella. Ésta con un atuendo muy oscuro que dejaba entrever un lujoso vestido sedoso de un famoso diseñador italiano, llegó con aires dominantes. Lo miró y le dijo: baby come with me, mostrándole las llaves de un coche. Tras un momento de confusión, se dirigieron al aparcamiento donde ésta presionó un botón y las luces de aquel potente tintado de ocho ruedas destellaron cual pirotecnia valenciana.
Al entrar en el mismo, aquella mujercita le ofreció una copa de Moet y dejó que la cautivara sobre los asientos de cuero. Nuestro imberbe becario del amor, la desnudó, primero con la mirada y después con las pezuñas. Aquella joven mencionó que jamás había sido tocada por un cuerpo viril. Éste, asustado ante la novedad de poder robarle la flor, realizó los actos más caballerosos dejándola temblando y rogándole un segundo encuentro…"
Un abrazo
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Este abrazo no lleva punto pues es un abrazo que se mantendrá en el tiempo como los recuerdos agradables proyectando un dulce y dorado, tuturo.
Esperamos nuevas entregas de David, Carlos y Borja, los que por siempre han sido, son, y serán, Los Héroes de Dubai.
Los Héroes de Dubai acompañados por un hombre lobo.
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